El Desarrollo Cruceño.
Inicio del desarrollo.
El petróleo es conocido en Bolivia desde el período colonial. El padre Alonso Barba menciona, en su célebre "Arte de los metales", la existencia de "betunes" en la frontera de Chuquisaca (43). A mediados del siglo XIX ya se conocía la existencia de yacimientos de petróleo, pero no fue hasta los primeros años del siglo XX que se inició la búsqueda de este mineral; para ello se formaron varias empresas nacionales y extranjeras (44). A partir de 1925 empezaron a descubrirse pozos petrolíferos en la zona sur del Oriente Boliviano; sin embargo, hasta 1950 la producción no es considerable, pues era de aproximadamente 100.000 metros cúbicos (45). La certeza de existencia de petróleo convirtió al departamento de Santa Cruz en un polo de atracción para el gobierno central y los países vecinos. Así, durante la presidencia de Germán Busch (1937-39) se firmaron Notas Reversales con el Brasil para la construcción de un ferrocarril que uniera Santa Cruz de la Sierra con la ciudad brasileña de Corumbá, con conexión a la red brasileña; asimismo, se aprobó un convenio con Argentina para la construcción de la Ferrovía Santa Cruz de la Sierra-Yacuiba; en ambos casos con fondos de esos países contra el reembolso en petróleo.
Fue también en esta época que se inició lo que se ha dado en llamar "la marcha hacia el Oriente", mediante un plan de colonización con desplazamiento de grupos indígenas desde las tierras altas. Aunque se habían dado algunos intentos antes de la Guerra del Chaco, el Ministerio de Guerra y Colonización había iniciado en 1937 una campaña -destinada fundamentalmente a los soldados benianos y cruceños recientemente desmovilizados- para colonizar la zona Yapacaní-Puerto Grether. Para 1939 existían en la llamada Colonia Germán Busch más de 200 colonizadores; entre éstos había un número de extranjeros (judíos y portugueses). Sin embargo, la ayuda del ejército sólo duró hasta 1945 y la colonia se fue despoblando poco a poco.
El gobierno central no contó con una política definida con respecto al Oriente Boliviano. Esto se vio claramente en 1942 cuando una comisión económica de Estados Unidos, presidida por Merwin Bohan propuso un plan de desarrollo económico -conocido como el Plan Bohan- en base a la diversificación económica para la producción de artículos de consumo. Este plan consta de un diagnóstico de la economía nacional, con énfasis en los años que van de 1936 a 1940, del que se desprende una serie de recomendaciones sobre estrategias, planes y proyectos estudiados en gran detalle (46). En cierta forma este hecho se puede considerar como el arranque del desarrollo cruceño, pues para ello se creó en 1942 la Corporación Boliviana de Fomento (CBF), en 1943 se inició la construcción de la carretera Cochabamba-Santa Cruz y este mismo año se iniciaron los estudios para la instalación del ingenio azucarero Guabirá.
La revolución de Abril de 1952 estalló en momentos en los que el país estaba experimentando ligeros cambios en lo que a estructura social se refiere, entre 1900 y 1952 la población urbana había sufrido un alza del 14,3 al 22,8 % de la población total del país; el sistema político se estaba desintegrando y la economía experimentaba un estancamiento. En 1950 Bolivia era el productor de estaño más caro del mundo. "Así se entiende que resultara relativamente fácil llevar a cabo los cambios que el MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) iba a realizar como resultado de la revolución de 1952" (47).
A partir de 1952 se dio, pues, una reorientación de la política de desarrollo económico del país, teniendo en cuenta las recomendaciones del Plan Bohan y las de la Misión Keenleyside que en 1950 reiteró lo dicho por Bohan. Se trataba, por tanto, de seguir lo iniciado durante el gobierno de Peñaranda, es decir, la integración nacional a través del desarrollo cruceño. Esto supuso volver los ojos a una parte del territorio nacional que hasta entonces había sido marginada, el Oriente Boliviano, y más concretamente el departamento de Santa Cruz. "En el lado constructivo de la Revolución Nacional -dice Mariano Baptista- figura su visión integradora y modernizadora de la sociedad boliviana, a la que arrancó de su atraso y marasmo colonial, y el símbolo de esa tarea se encarnó en ese 'constructor de imperios', como llama Pierre Lenoir a Alfonso Gumucio Reyes, presidente de la Corporación Boliviana de Fomento y luego Ministro de Economía" (48). El "Programa de desarrollo de 1954" tendía a la sustitución de productos alimenticios y materia prima de origen agroindustrial, así como del petróleo y sus derivados. Dado que una buena parte de estos productos agropecuarios (carne, arroz, azúcar, algodón, oleaginosas, madera, manteca) sólo se producían en la región cruceña, los esfuerzos se volcaron hacia su desarrollo económico. Es más, este programa puntualizaba que "desarrollar el área del norte de Santa Cruz es el mejor medio para aumentar en corto tiempo la producción de aquellos productos que se importan". Los lineamientos de este programa fueron más tarde adoptados por el "Plan decenal de 1961". Los objetivos para el desarrollo regional pueden ser resumidos de la siguiente forma:
1) Integración regional de la economía.
2) Iniciación del aprovechamiento del potencial de desarrollo del Oriente Boliviano.
3) Distribución más racional de la población rural, con respecto a las posibilidades de desarrollo que ofrecen las diferentes regiones.
4) Sustitución de importación de productos alimenticios y de materias primas de origen agropecuario tropical y subtropical.
5) Diversificación de las exportaciones agrícolas, ganaderas y forestales de origen tropical y subtropical.
Este programa significaba un aumento de la superficie agrícola en unas 412.000 hectáreas, de las cuales 272.000 correspondían al Oriente Boliviano. En el caso concreto del departamento de Santa Cruz se trataba de incorporar 50.000 hectáreas, que debían llegar a las 100.000 a mediano plazo, lo que venía a significar el 30% de la superficie cultivada del país.
Para poder llevar adelante este programa se hacía indispensable romper el aislamiento cruceño mediante la construcción de caminos. En 1954 se terminaron de construir los 500 kilómetros de carretera que unen Santa Cruz y Cochabamba, que habían sido iniciados durante el gobierno de Peñaranda y que en 1952 apenas existía en un 45%. Poco más tarde, en 1957, se terminaba de asfaltar esta carretera y se extendía hacia las provincias del norte. Paralelamente se dio un notable impulso al transporte aéreo y se concluyeron los ferrocarriles que unen la ciudad de Santa Cruz de la Sierra con Brasil (1955) y Argentina (1957).
En 1950 la población del departamento de Santa Cruz era de 244.658 habitantes. Para poder conseguir la incorporación de las 100.000 hectáreas programadas esta población resultaba insuficiente. Por otra parte, se hacía necesario "relocalizar" parte de la población andina asentándola en zonas fértiles. Así, se planteó la necesidad de incentivar la migración interna y la inmigración extranjera. En lo que a la primera se refiere, se recurrió a los excedentes de las minas nacionalizadas y a los agricultores del valle cochabambino. El objetivo, a corto plazo, era trasladar 5.000 familias por medio de la colonización dirigida. "La delimitación de la región de Santa Cruz, donde ya existía un pequeño centro primario y varias poblaciones de menor jerarquía, se efectuó en su principio más o menos de acuerdo al área de influencia de este centro primario [Santa Cruz de la Sierra]. Más tarde dicha área se extendió hacia zonas circundantes hasta entonces casi vírgenes" (49). Sin embargo, los resultados esperados recién se cumplieron en 1966, debido sobre todo al concurso decisivo de la migración espontánea que aportó un 30% de las familias asentadas (50). La búsqueda de inmigrantes europeos fracasó. A partir de 1953 se establecieron colonias de japoneses y más tarde de menonitas.
Con el objeto de incorporar nuevas tierras de cultivo (caña de azúcar, maíz, arroz), el Servicio Agrícola Interamericano se hizo cargo de la asistencia técnica y financiera. Para ello desarrolló sus actividades en tres campos: asesoría a nivel técnico agropecuario; establecimiento de un sistema de créditos y fijación de precios de fomento subvencionados; y un servicio de maquinaria agrícola. Paralelamente se iniciaron programas de salubridad, especialmente la campaña para la erradicación de la malaria, que permitió crear condiciones favorables para la nueva mano de obra que se había establecido en la región. Asimismo se hicieron instalaciones para el procesamiento industrial. Así en 1956 entraba en funcionamiento el ingenio azucarero Guabirá y se facilitó la operación de otros tres ingenios privados.
Etapas del desarrollo.
De acuerdo a Koster en el proceso del desarrollo cruceño se pueden distinguir tres etapas (51):
Primera etapa:
Abarca hasta los primeros años de la década del 60. Los efectos de la mecanización del campo, la vinculación caminera, la incorporación de nueva mano de obra y la "promoción" que el Estado hizo de la región cruceña dieron como resultado un rapidísimo crecimiento agrícola, especialmente en la producción de arroz y azúcar.
En esta etapa tiene lugar lo que se ha dado en llamar "las luchas cívicas cruceñas"; es decir, la pelea que llevaron a cabo los cruceños para alcanzar su incorporación a la vida activa nacional y conseguir los medios económicos necesarios para alcanzar un desarrollo adecuado. En realidad se trata del "climax" de las "luchas cívicas" que, como ya hemos visto, se iniciaron con el Memorandum de 1904. Durante el gobierno de Busch, como ya se ha mencionado, se promulgó una ley (Ley Busch) que fijaba el 11% de regalías a los departamentos productores de hidrocarburos. Parecía que con esto la guerra había terminado: el 11% resolvería los problemas de Santa Cruz. Sin embargo, estaba todavía por librarse la "madre de las batallas".
El 30 de octubre de 1950 la dirigencia cruceña creó un nuevo instrumento para luchar por el reconocimiento de los fondos que por ley le correspondían y velar por el desarrollo de la región, el Comité Pro Santa Cruz, cuyo primer directorio estuvo presidido por Ramón Darío Gutiérrez. Los primeros años del accionar de la nueva institución fue discreto, pero las circunstancias le llevarían a jugar un papel protagónico. En 1955 el gobierno del MNR promulgó el Código del Petróleo; el artículo 104 de éste creó una gran ambigüedad, pues decía que el concesionario debía pagar al Estado "el 11% sobre la producción bruta en boca de pozo", mientras la Ley Busch -que no estaba derogada- otorgaba este 11% a los departamentos productores. A partir de este momento la dirigencia cruceña incorpora un nuevo reclamo: una ley interpretativa para el artículo 104.
La lucha fue larga, dura y cruel. Nuevamente se vuelve a interpretar el movimiento cívico cruceño como altamente peligroso para la unidad nacional, a tal punto que un órgano de prensa paceño habló de movimientos militares brasileños en la frontera para apoyar a los separatistas y, lo que es peor, el gobierno central envió milicias campesinas para reprimir la sedición, lo que provocó muerte y terror. A todo esto, que ya es mucho, hay que añadir la tremenda crisis económica que vivía el país. "La situación económica era dramática, pues el país había entrado en una espiral inflacionaria sin precedentes. De 52 pesos el dólar en 1952, se elevó a 17.000 en 1957. Ello dio lugar a efectuar drásticos reajustes, uno de los cuales fue la llamada 'estabilización' monetaria... Una de las consecuencias de ésta fue el retorno al sistema de cambio libre y la supresión de todos los subsidios y preferencias a la industria" (52). El 15 de enero de 1957 fue aprobada la ley interpretativa, que luego se llamó "Ley Vega" por haber sido presentada por el diputado Virgilio Vega. Sin embargo, no fue promulgada hasta diciembre de 1957. El gran protagonista de este período es el presidente del Comité Pro Santa Cruz, Melchor Pinto Parada.
En los años 70, y a ejemplo del movimiento surgido en Santa Cruz, comenzaron a organizarse en el país comités cívicos que tenían como objetivo fundamental buscar mejor distribución de los recursos estatales a favor de las regiones, luchando frontalmente contra el centralismo.
Segunda etapa:
Se caracteriza por la incorporación de nuevos productos. A partir de mediados de los años 60 se inicia la producción en gran escala de algodón y el inicio de las exportaciones que tendrán un auge especial en los primeros años de la siguiente década, sobre todo de azúcar y madera.
El auge económico se vio incrementado por el notable desarrollo que experimentó la producción petrolera. En 1956 se promulgó el Código del Petróleo y llegaron a 14 las compañías que obtuvieron concesiones en un total de 13.345.119 hectáreas. La compañía que realizó los trabajos más importantes fue la Bolivian Gulf Co., que obtuvo los siguientes resultados:
a) Area explorada: 52.000 kilómetros cuadrados (geología).
b) Perforación de 84 pozos con un metraje de 238.507 metros.
c) Campos descubiertos: Caranda (1961), Colpa (1961), Río Grande (1962), Palmar (1964), Santa Cruz (1964), La Peña (1965) (53).
La construcción de un oleoducto a la costa del Pacífico (1966) y de un gaseoducto a la Argentina (1970) hicieron que la explotación petrolera adquiriera grandes proporciones y convertían a Santa Cruz en la zona más productiva del país. De acuerdo al Ministerio de Planeamiento el producto regional del departamento de Santa Cruz en el período que va de 1965 a 1971 creció del 35,2% al 42,2%, fundamentalmente gracias a la explotación petrolera que en este período se quintuplicó (54).
Tercera etapa:
En 1962 la participación de Santa Cruz en el producto interno bruto del país era de aproximadamente 3%. A partir de 1965 la participación cruceña había alcanzado el 14,5%, de acuerdo a datos del Comité de Obras Públicas (1975). Este aumento irá en alza de 1970 a 1980.
Cuadro No. 1.
Participación de Santa Cruz en el P.I.B. Nacional (en millones de pesos).
Año | Bolivia | Santa Cruz | %
1970 | 12.374 | 2.019,2 | 16,3
1971 | 12.985 | 2.210,3 | 17,0
1972 | 13.732 | 2.373,9 | 17,3
1973 | 14.668 | 2.677,8 | 18,2
1974 | 15.563 | 2.811,7 | 18,1
1975 | 16.353 | 2.998,8 | 18,3
1976 | 17.469 | 3.296,1 | 18,9
1977 | 18.064 | 3.463,7 | 19,2
1978 | 18.628 | 3.475,9 | 18,7
1979 | 19.007 | 3.574,0 | 18,8
1980 | 19.161 | 3.591,0 | 18,7
La participación porcentual del sector primario durante este período se vio afectada por la caída en la producción de hidrocarburos. Sin embargo, se dio un notable incremento de otros sectores.
En el período que va de 1973 a 1980 se conformaron complejos productivos industriales importantes:
1) Complejo azucarero. Es el más antiguo. Cuenta con cuatro plantas que producen azúcar, alcohol y melaza.
2) Complejo maderero. Cuenta con seis plantas laminadoras de fabricación de parquet, pisos de madera y diversos tipos de láminas. Esta actividad incluye 128 aserraderos y numerosas carpinterías, tanto artesanales como industriales.
3) Complejo aceitero. Cuenta con tres fábricas de refinación de aceites comestibles y manufactura de grasas vegetales.
4) Complejo textil. Se cuenta con varias plantas de hilados y tratamiento de algodón en rama. Complementaria a esta actividad es el desmote.
5) Complejo de alimentos balanceados. Existen cinco plantas, de las cuales dos son de carácter nacional.
Paralelamente el sector de servicios ha experimentado un desarrollo inusitado, mientras que la agricultura tiene una extensión continuada.
Cuadro No. 2.
Participación de Santa Cruz en el P.I.B. Agropecuario Nacional (en millones de pesos).
Año | Bolivia | Santa Cruz | %
1970 | 2.240 | 409,1 | 18,3
1971 | 2.373 | 429,5 | 18,1
1972 | 2.512 | 455,3 | 18,1
1973 | 2.628 | 480,5 | 18,3
1974 | 2.725 | 490,7 | 18,0
1975 | 2.907 | 521,8 | 17,9
1976 | 2.991 | 677,0 | 22,6
1977 | 2.890 | 654,3 | 22,6
1978 | 2.968 | 667,8 | 22,5
1979 | 3.027 | 681,1 | 22,5
1980 | 3.078 | 692,5 | 22,5
Así, pues, a partir de 1977 "la agricultura, el comercio y la industria, constituyen tres pilares de casi igual valor para la economía cruceña; por consiguiente, la originaria orientación unilateral de la vida económica, por lo menos con respecto a la composición del producto regional bruto, ha sido superada" (55).
La frontera agrícola ha seguido su expansión en los últimos veinte años del siglo XX. Los años 80 fueron los años de la soya: gracias al apoyo del Banco Mundial se hicieron inversiones en las llamadas tierras bajas, situadas al este del río Grande. Los protagonistas de estos años son agricultores nacionales, menonitas y brasileños. Este boom agrícola hizo que la extensión cultivada en 1990 sobrepasara el millón de hectáreas. Asimismo, durante este período hay un aumento considerable de la industria maderera y de la ganadería. Sin embargo, también se debe señalar que por un manejo inapropiado el siglo XX ha terminado con más de 300.000 hectáreas de tierras degradadas.
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Notas Bibliográficas:
(43) BARBA, Alvaro Alonso: Arte de los metales. Ed. Potosí. Potosí, 1967.
(44) MUÑOZ REYES, Jorge: Geografía de Bolivia. Juventud. La Paz, 1980. Pg. 383.
(45) Ibid. Pg. 185.
(46) ARRIETA, Mario y otros: Política estatal y desarrollo rural. La economía de cuatro cultivos en Santa Cruz, Bolivia. Mimiografiado. Santa Cruz, 1985. Pg. 14.
(47) KLEIN, Herbert S.: Historia general de Bolivia. Juventud. La Paz, 1982. Pg. 281.
(48) BAPTISTA GUMUCIO, Mariano: Historia contemporánea de Bolivia. Fondo de Cultura Económica. México, 1996. Pgs. 223-224.
(49) REYE, Ulrich: Política de desarrollo regional en el Oriente Boliviano. Ed. Deusto. Bilbao, 1969. Pg. 31.
(50) ARRIETA, Mario y otros: Op. Cit. Pg. 62.
(51) KOSTER, Gerrit: Op. Cit. Pgs. 42-49.
(52) ROCA, José Luis: Op. Cit. Pg. 216.
(53) MONTES DE OCA, Ismael: Geografía y recursos naturales de Bolivia. La Paz, 1982. Pg. 311.
(54) REYE, Ulrich: Características y problemas del desarrollo económico de Santa Cruz (Macrodiagnóstico regional). Comité de Obras Públicas. Santa Cruz, 1974. Pgs. 171 y sgts.
(55) KOSTER, Gerrit: Op. Cit. Pg. 48.
Fuente. Libro: Santa Cruz. Tiempo y Espacio. Año: 2000. Autor: Cooperativa Rural de Electrificación (CRE). Alcides Parejas Moreno.