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Río Grande - Valles Cruceños.


Mapa:
Nombre: Río Grande - Valles Cruceños. / Categoría: Área Natural de Manejo Integrado. / Acción: Creación, 2007. / Instrumento Legal: Resolución Prefectural Nro. 059/2007. / Área: 734.000 hectáreas. / Jurisdicción: Provincias Vallegrande, Florida y Cordillera. Municipios de Pucará, Vallegrande, Moro Moro, Samaipata, Postrervalle, Gutiérrez y Cabezas.

Nombre: Río Grande - Valles Cruceños. / Categoría: Unidad Natural de Manejo Integrado Departamental. / Acción: Creación UCPN, 2015. / Instrumento Legal: Ley Departamental Nro. 98. / Área: 734.000 hectáreas. / Jurisdicción: Provincias Vallegrande, Florida y Cordillera. Municipios de Pucará, Vallegrande, Moro Moro, Samaipata, Postrervalle, Gutiérrez y Cabezas.

Libro: Patrimonio Natural de Santa Cruz. Año: 2015. Autor: Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz. Willy Kenning Moreno.

Unidad Natural de Manejo Integrado Departamental.

Surgiendo de la confluencia de los ríos Caine y San Pedro, en cotas cercanas a los 3.000 metros sobre el nivel del mar, el río Grande baja brevemente en dirección sur para luego tomar rumbo noreste por un largo trecho montañoso hasta cerca de Pucará, donde recibe las aguas del río Mizque que, como los anteriores, también proviene de Cochabamba. A partir de allí, vuelve a coger rumbo sur por un tramo largo, gira enseguida nuevamente al este haciendo una gran vuelta y se deshace de estrechos y apretados cañones en los llamados Cajones, en Abapó, donde finalmente sale victorioso a la llanura y coge franco rumbo norte, ya en un desenfrenado recorrido llanero de cerca de 1.000 kilómetros bañando tierras de cultivo y cría extensivas en las áreas de mayor desarrollo productivo del departamento de Santa Cruz.

Marcando las fronteras de los departamentos de Cochabamba y Chuquisaca, primero, y de cada uno de estos con Santa Cruz, después, el río Grande también divide provincias de este departamento. La forma general de un gran anzuelo que dibuja en su trazado por tierras cruceñas, tiene encerrado por el inmenso gancho un extenso territorio de montañas y valles por los que el río corre a saltos, hasta que, ya al galope, encara la llanura grigotana que se extiende a lo largo del trazo vertical del garfio. En la llanura, el río Grande se hace cómplice del Piraí y entre los dos alimentan, a la vez que abrazan y delimitan con sus largos brazos, los suelos aluviales de la principal zona de producción agrícola, principalmente granos, y pecuaria, principalmente ganado bovino, que tiene actualmente el país.

En estas tierras bajas, el río se vuelve trenzado -anastomosado a decir de los técnicos- y, aunque se sale relativamente poco de un mismo y único canal, va circulando en corrientes divididas, contornando islas y bancos de arena que el propio río va dejando en el centro y costados de su mismo y poco sinuoso cauce, a medida que sus corrientes se van entrelazando, cruzando de una orilla a la otra en un entramado de corrientes internas que imita a su también dubitativo cauce exterior.

La protección de estas tierras en la parte baja y la conservación de los valores de biodiversidad, productivos y culturales en la parte más alta de la cuenca del río Grande, son los fundamentos de creación de la Unidad Natural de Manejo Integrado Departamental Río Grande-Valles Cruceños. Se podría decir, pues, que tanto dentro como fuera de su territorio, este es un espacio de conservación al servicio del desarrollo, un área protegida diseñada para sustentar la producción.

Como indica la categoría de conservación asignada, en esta unidad de conservación se puede y debe compatibilizar la conservación de la diversidad biológica y el desarrollo sostenible de la población local. Esta categoría, por tanto, constituye un mosaico de diferentes unidades naturales y zonas de uso de la tierra y, en el caso de la Unidad Natural de Manejo Integrado Departamental Río Grande-Valles Cruceños, el gran arco de la ya mencionada jota encierra extensas áreas de Valles Secos, Yungas, Puna, Bosque Boliviano-Tucumano, muestras de Chaco, porciones de Amazonia y un sinnúmero de combinaciones de uso de la tierra que bien podrían clasificar, también, como para reserva de la biosfera, una clasificación internacional que contempla esta variedad de condiciones.

Por tantas y tan bien justificadas razones, la Gobernación de Santa Cruz y los municipios cruceños de la parte alta y media de esta cuenca -Pucará, Vallegrande, Moro Moro, Postrervalle, Samaipata, Gutiérrez y Cabezas-, se han organizado para dar atención a esta unidad de conservación, centrada en el cuidado de la cuenca del río Grande, como manera de conservar la comarca misma, rica en biodiversidad, cultura y actividades productivas, pero a la vez con el objetivo de proteger de la erosión causada por la intensa e intensiva acción del hombre a la zona de cultivos extensivos de la llanura, confirmando la vocación y los objetivos de sustento productivo por los que fue creada.

En las partes altas de su cuenca, que incluyen altas montañas y terrenos escarpados, este río alberga una gran población, y también una gran producción, asentada en los valles de sus numerosos afluentes que se prestan para agricultura de riego, principalmente verduras y frutales, pero también papa, maíz y otros cereales, así como ganadería y actividades forestales. De hecho, es de esta zona de donde provienen gran parte de las hortalizas, así como algunos cereales y frutas que se comercializan y consumen en las más densamente pobladas ciudades vecinas de la llanura.

Es tierra de alta biodiversidad, de endemismos determinados por la gradiente altitudinal, vecina de áreas protegidas nacionales como Amboró, departamentales como Espejillos, y municipales como Parabanó, entre otras. Tierra de más de 2.500 especies de plantas superiores, de orquídeas, bromelias, palmeras y cactus endémicos que celebran haber nacido en estas tierras únicas. De palmas que no ocurren en ningún otro lugar como la sunkha, prima hermana de otra que ocurre en Chuquisaca, ambas muy utilizadas por la gente local por sus frutos y por su fibra, utilizada para fabricar sogas y tapetes rústicos. De especies propias de los valles como el nogal, el pino negro del monte, la tipa, el cupesí, el aliso y el sauce, que dan madera fina y sombra fresca a los habitantes de la región, sustentando una industria maderera incipiente.

Es tierra de fauna abundante, de especies singulares, país de una de nuestras aves endémicas, reino de la paraba frente roja que se distribuye por una zona restringida del área y del vecino departamento de Cochabamba. Es territorio del jucumari y del puma, del segundo murciélago más grande del Neotrópico, y de otras 135 especies de mamíferos que acompañan a centenares de especies de aves, peces y reptiles y a miles de invertebrados.

Es tierra de clima benigno, como para imaginar que Dios tiene su residencia principal en la zona y, a la vez, de parajes inhóspitos, como para tenerlo siempre presente en la memoria. Es tierra de grande riqueza cultural, donde el cruceño genuino abreva con mayor pureza la vertiente valluna andina, donde antaño se libraron las más encarnizadas contiendas entre gentes de la altura y la llanura, ambas dejando registros de su identidad en numerosas ruinas desperdigadas por la región, y en espectaculares monumentos arqueológicos como los de la montaña tallada de El Fuerte de Samaipata que tantas y tan variadas hipótesis científicas y especulaciones profanas ha generado a nivel internacional.

Es, por tanto, tierra de turismo, que invita y acoge al visitante con una amplia gama de atractivos y una incipiente industria que, aunque todavía no se encuentra muy desarrollada, ofrece tanto que hasta ahora se ha podido dar el lujo de mantenerse de bajo perfil, con un nivel de visitación que le agrega encanto por su sensación de privacidad, la ausencia de multitudes y la escasa presencia de impactos negativos que suelen estar asociados a esta industria.

La Unidad Natural de Manejo Integrado Departamental Río Grande-Valles Cruceños es tierra de folklore, de vida de valles, de gente talentosa, trabajadora, de turismo, de pasado esplendoroso, de gran presente y promisor futuro. Y por todo ello, es y debe seguir siendo principal objeto de nuestro cuidado y atención.


Fuente. Libro: Patrimonio Natural de Santa Cruz. Año: 2015. Autor: Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz. Willy Kenning Moreno.


Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Río Grande, justo antes de salir a la planicie. Autor: Willy Kenning.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Vado del Yeso, río Grande. Autor: Willy Kenning.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Postrervalle. Autor: Walter Ridder.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Ruinas del Fuerte de Samaipata. Autor: Willy Kenning.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Vultur gryphus, cóndor. Autor: Hugo Santa Cruz.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Patagona gigas. Autor: Steffen Reichle.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Geranoaetus melanoleucus. Autor: Steffen Reichle.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Myiopsitta luchsi. Autor: Hugo Santa Cruz.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Embernagra platensis. Autor: Walter Ridder.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Sicalis flaveola. Autor: Steffen Reichle.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Lophospingus griseocristatus. Autor: Steffen Reichle.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Thraupis sacaya, sayubú. Autor: Hugo Santa Cruz.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Melanerpes cactorum. Autor: Steffen Reichle.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Cascada de Postrervalle. Autor: Willy Kenning.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Cascada de Moromoro. Autor: Walter Ridder.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Cascada La Pajcha. Autor: Willy Kenning.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Cranioleuca pyrrhophia. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Hapalopsittaca melanotis, loro de ala negra. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Ara rubrogenys. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Ithomiinae, mariposas diurnas. Autor: Steffen Reichle.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Ophioides intermedius. Autor: Steffen Reichle.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Pleurodema cinereum. Autor: Steffen Reichle.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Otoño en el Bosque Seco Boliviano-Tucumano. Autor: Willy Kenning.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Arbol remanente de la vegetación riparia de los valles secos. Autor: Willy Kenning.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · El paisaje predominante. Autor: Willy Kenning.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Río Mizque. Autor: Willy Kenning.

Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Río Grande - Valles Cruceños · Curso superior del río Grande. Autor: Willy Kenning.

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