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Ríos Blanco y Negro.
Mapa: Nombre: Ríos Blanco y Negro. / Categoría: Reserva de Vida Silvestre. / Acción: Creación, 1990. / Instrumento Legal: Resolución Ministerial Nro. 139/1990. / Área: 1.400.000 hectáreas. / Jurisdicción: Provincias Guarayos y Ñuflo de Chávez. Municipios de Ascención de Guarayos, Urubichá y Concepción.
Nombre: Ríos Blanco y Negro. / Categoría: Refugio de Vida Silvestre Departamental. / Acción: Creación UCPN, 2015. / Instrumento Legal: Ley Departamental Nro. 98. / Área: 1.426.861 hectáreas. / Jurisdicción: Provincias Guarayos y Ñuflo de Chávez. Municipios de Ascención de Guarayos, Urubichá y Concepción.
Libro: Patrimonio Natural de Santa Cruz. Año: 2015. Autor: Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz. Willy Kenning Moreno.
Refugio de Vida Silvestre Departamental.
Los bosques y las tierras colinosas del norte de las provincias de Guarayos y Ñuflo de Chávez son, seguramente, junto con los de la vecina Velasco, las expresiones más puras de la Amazonia en el departamento de Santa Cruz. Siendo estas dos de las provincias más septentrionales del departamento, en frontera con el Beni, son también de las menos exploradas y conocidas, y todavía guardan misteriosos secretos y estimulantes enigmas en rincones que apenas han sido visitados por el hombre moderno.
El Refugio de Vida Silvestre Ríos Blanco y Negro se encuentra allí, asegurando que los secretos permanezcan lo mejor guardados posible, y que el hombre al penetrar en sus marañas sea precisamente su mejor guardián.
La categoría de la unidad lo permite y estimula: la ley le otorga al área la función de "proteger, manejar y utilizar sosteniblemente, bajo vigilancia oficial, la vida silvestre"(31). La categoría admite usos intensivos y extensivos, no extractivos o extractivos, de acuerdo con la zonificación, y requiere que todo esté sujeto a estricto control y monitoreo en lo referido a manejo y aprovechamiento de vida silvestre. El hombre, entonces, se encarga de hacer uso y, a la vez, preservar sus misterios y encantos guiándose por el plan general de manejo que tiene el área, uno de los primeros que se elaboraron para cualquier área protegida del país y que, pese a que ha sido muy poco tenido en cuenta, adquiere mayor preponderancia en un refugio de vida silvestre en cuya dinámica se incluye el aprovechamiento de sus recursos naturales. La vida silvestre, debe recordarse, contempla la generalidad de plantas y animales, aunque lo común sea asociarla exclusivamente con la fauna silvestre.
El Refugio de Vida Silvestre Ríos Blanco y Negro abarca una gran área, 1.426.861 hectáreas. De forma trapezoidal, casi triangular, su silueta geométrica está determinada por su lado mayor, la línea recta de su base sur, justamente en el paralelo 15 grados, y por el límite también convencional y de líneas rectas de su extremo norte, el mismo que hace de divisa entre los departamentos de Santa Cruz y Beni. En sus flancos este y oeste, ya los límites son arcifinios: un segmento del río San Martín, cargado ya con las aguas del río Guarayos, al naciente, y un tramo del río que allí se llama San Pablo -que antes se llamó San Julián e inicialmente Parapetí-, al poniente. Cortando el refugio por el medio, protegidos por los linderos anunciados, corren de sur a norte los ríos Blanco, Negro, San Luis y numerosos afluentes menores que la convierten en un área entrerriana, un área que bien podría clasificarse y nombrarse de mesopotámica.
Los ríos Blanco y Negro, separados entre sí por entre 40 y 80 kilómetros y, luego, el San Pablo y el San Martín a cada lado y a distancias menores, configuran un territorio entrerriano en el que el agua preside el ambiente, la humedad incrementa el calor, la lluvia hace presencia la mayor parte del año y el rocío llena las hojas de perlas todas las mañanas. Se trata del bosque tropical húmedo en todo su esplendor, con una explosión de colores y matices que excede más que generosamente la expresión dicromática que sugiere el blanco y el negro de su nombre.
Los mencionados ríos manejan parte de la dinámica de inundación de los vecinos Llanos de Moxos. Dos bellas lagunas, Taborga y Pajaral, la primera de mayor tamaño y más irregular forma que la segunda, ambas de aguas claras, ni negras ni blancas, ubicadas en su sector occidental, contribuyen a esta dinámica y también filtran los aportes de sedimentos y nutrientes, así como manejan el desagüe de los ríos que se expanden sobre el bosque en lo que son unas de las expresiones más australes de los bosques de várzea, los bosque amazónicos estacionalmente inundados que se expanden sobre sus orillas y crean un ecosistema distinto, totalmente nuevo y novedoso en el que las mismas especies muestran su capacidad de adaptación y se ajustan a condiciones estacionalmente diferentes.
Taborga y Pajaral, a la vez, constituyen dos de los principales atractivos de esta unidad de conservación para el turismo de observación de fauna y el de pesca. La colorida vegetación de sus orillas, el verde predominante salpicado del rojo intenso de las heliconias de sus orillas, el azul del cielo mañanero y el naranja crepuscular del horizonte, los múltiples colores de sus mariposas y aves salen victoriosos de la lucha contra el blanco y el negro. El nombre bicolor de la unidad es, entonces, reemplazado por una multicromática paleta.
Especies de importancia comercial maderable como la mara, el yesquero negro, el jichituriqui, el bibosi, el higuerón, el ochoó, son atractivos para las actividades de aprovechamiento forestal maderero que se desarrolla en el área de forma tanto legal como furtiva. Palmeras como la pachiuba, la chonta, el marayaú, el motacú, el cusi, cada una con sus importantes utilidades para la gente local, algunas de ellas con potenciales industriales, sumadas a las de otros productos vegetales no maderables del bosque, y la exuberancia general de la selva atraen la colonización, la invasión no planificada de tierras fiscales, y la paulatina transformación de bosques en campos de pastoreo y agricultura en un lamentable ciclo de corta duración que es estimulado por la supuesta perennidad de la riqueza de sus suelos.
Numerosos recursos naturales, principalmente de origen vegetal, no convencionalmente tenidos como recursos de potencial económico han sido identificados en el área y esperan pacientes su oportunidad de debutar comercialmente en el mercado de los recursos alternativos y distinguidos por el aprovechamiento bajo modelos modernos de sostenibilidad.
El crecimiento demográfico de la zona, la deforestación y el acoso directo a la fauna silvestre, rica en las especies de mamíferos típicas de estas latitudes del Neotrópico, constituyen una parte muy importante de la problemática del área, y amenazan también la subsistencia y el estilo de vida de las comunidades nativas, mismas que apenas pueden poner resistencia a la a menudo arrolladora demanda de sus valiosos recursos naturales.
Ni las tradicionales e históricas comunidades guarayas, de certeros cazadores de flechas cortas, ni los chiquitanos, que por siglos y milenios han cazado en su monte grande, lograron diezmar sus poblaciones de fauna -jaguares del tope de la cadena trófica, londras y caimanes que dominan sus ríos, urinas y guasos que pastan y ramonean en sus prados y arbustos, chanchos silvestres de tropas interminables, pavas que llenan las humildes ollas de los nativos-, cosa que sí pueden lograr en corto tiempo los colonos y las actividades agropecuarias de desmonte mecanizado que ahora tienen presencia en la zona y constituyen el principal reto para la Gobernación y los municipios de Concepción, Ascensión de Guarayos y Urubichá, que han asumido la responsabilidad de su manejo.
La importancia de esta unidad de conservación como espacio para establecer un modelo de convivencia del desarrollo con la conservación exigen la mayor racionalidad a la hora de dejar nuestras huellas sobre ella.
Fuente. Libro: Patrimonio Natural de Santa Cruz. Año: 2015. Autor: Gobierno Autónomo Departamental de Santa Cruz. Willy Kenning Moreno.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Isla en la laguna Pajaral. Autor: Steffen Reichle.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Río Blanco. Autor: Steffen Reichle.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Pipile cumanensis. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Daptrius ater. Autor: Steffen Reichle.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Penelope jacquacu. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Agamia agami. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Diopsittaca nobilis. Autor: Hugo Santa Cruz.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Busarellus nigricollis. Autor: Steffen Reichle.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Trogon melanurus. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Trogon viridis. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Melanopareria torquata. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Florisuga mellivora. Autor: Steffen Reichle.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Phaethornis subochraceus. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Nyctibius grandis. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Saimiri boliviensis. Autor: Steffen Reichle.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Bradipus variegatus, perezoso. Autor: Willy Kenning.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Podocnemis unifilis. Autor: Steffen Reichle.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Melanosuchus niger, caimán negro. Autor: Steffen Reichle.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Tabebuia impetiginosa, tajibo rosado. Autor: Willy Kenning.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Bromelia epifita. Autor: Daniel Alarcón, Carmen Mateu.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Swietenia macrophyla, mara. Autor: Willy Kenning.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Una de las tantas bahías del río Negro. Autor: Willy Kenning.
Foto: Unidades de Conservación del Patrimonio Natural · Ríos Blanco y Negro · Lago Taborga. Autor: Willy Kenning.